Tráfico de armas y cocaína salpican a los jefes policiales de Alto Paraná tras detención de personal del cruce de Itakyry

Tráfico de armas y cocaína salpican a los jefes policiales de Alto Paraná tras detención de personal del cruce de Itakyry

Crio. Ppal. Marildo Rojas, jefe de Policía. / Crio Gral. Simeón Martínez, director de la Cuarta Zona Policial.
El traslado de un oficial que hasta hace algunos días estaba destinado a la división de Investigación de Delitos de la Jefatura de Policía del Alto Paraná, sacó a la luz un grave hecho que salpica fuertemente a todos los jefes policiales del departamento. Se trata del oficial inspector Jhon Robadín.

El citado agente policial, trasladado a la capital, anoche se reunía con el comandante de la Policía Nacional para darle detalles de los procedimientos que resultaron como trasfondo de una vendetta que le tendieron sus superiores, apenas por haber cumplido con su deber, según confirmó a nuestro diario.

POLICÍAS DETENIDOS
El agente policial ahora trasladado, participó con otros dos agentes de Investigación de Delitos hace dos semanas, de un procedimiento que si era divulgado y denunciado, habría sido uno de los más grandes de los últimos tiempos para desbaratar las gavillas de delincuentes y traficantes de drogas que operan desde dentro de la Policía Nacional, y se habría ganado una batalla contra la corrupción policial.

En el distrito de Itakyry, fueron detenidos infraganti cuatro agentes policiales que están destinados al Cruce Itakyry, cuando estaban tratando de comercializar 22 kilos de cocaína. Se trata de la propia jefa del citado puesto policial, la oficial Nilda Coronel; además de otros tres agentes a su cargo, identificados como los suboficiales Milciades Flores, Martínez y Delvalle.

Crio. Baldomero Georgge, jefe de Investigación de Delitos.

También estaba en poder de ellos tres ametralladoras AK-47. Todo el procedimiento de la detención de estos agentes policiales se hizo a conocimiento del jefe de Investigaciones, Baldomero Georgge, y el subjefe Juan García, según relató la fuente, quien aseguró que su traslado se trata de una feroz injusticia, por lo que no dejaría impune a los jefes corruptos y los denunciaría ante el propio Comandante (anoche lo hacía).

“Ahata ambokapupa” (voy a hacer explotar esto) le dijo a periodistas de este diario. En el procedimiento de la detención de los policías con las cargas de armas y cocaína, también participaron los suboficiales Hugo Pérez, el suboficial Edgar Maldonado, y el oficial 1° Pedro Sanabria. La fuente fue clara al señalar que la jefa del puesto policial del Cruce Itakyry, Nilda Coronel, es la que comandaba el esquema.

Enseguida pusieron a conocimiento de sus jefes sobre el procedimiento y las detenciones de sus camaradas de Itakyry, momento desde cual se comenzó a manejar con total hermetismo el tema, y el director de Zona, Simeón Martínez, y el jefe de Policía, Marildo Rojas, ordenaron que las mercaderías sean traídas a Ciudad del Este sin comunicación a la Fiscalía.

Así, las drogas, 22 kilos de cocaína; como las armas, 3 AK-47; quedaron en poder de los jefes policiales, quienes en pocas horas, al decir del oficial trasladado, lograron comercializar las drogas y las armas, y como vulgares delincuentes, se repartieron el dinero recaudado con graves evidencias que habrían esclarecido un doble homicidio (ver material adjunto) y principalmente habría mandado a la cárcel a policías corruptos.

Cuando el agentes policial denunciante de este grave hecho habló con este diario, dijo claramente que “la chica de Itakyry (Nilda Coronel) es la autora, le agarramos cuando estaban queriendo vender. Se les sacó todo lo que tenían, a cuatro (agentes) de la comisaría le agarramos con mi grupo” (de Investigación).

Subcrio. Juan García, subjefe de Investigación de Delitos.

Al ser consultado si qué pasó con esos agentes policiales detenidos con drogas, respondió que “nada pasó con ellos”, ya que están todos en la comisaría del Cruce Itakyry nuevamente. Robadín en todo momento aseguró que el jefe y subjefe de Investigaciones tenían total conocimiento del procedimiento, y le resulta llamativo que solamente él sea el trasladado, cuando que otros dos hicieron el procedimiento con él.

“Le voy a contar todito al comandante, todo lo que pasó, porque se negoció todo, se repartieron todo ya”, afirmó en alusión al dinero recaudado con la venta de las drogas y al referirse a los jefes policiales del departamento. 22 kilos de cocaína en el mercado negro, costarían cerca de 150 mil dólares hoy en el Este según fuentes de la SENAD. Su venta, también revela que los jefes policiales tienen contactos con los traficantes de drogas.VANGUARDIA