Sube de tono puja por tierras en la colonia Santa Lucía

En grupo y armados. Los ex carperos impidieron a colonos y efectivos policiales el acceso a la colonia ubicada en Itakyry.

Unos 40 colonos insisten en que sus tierras se encuentran entre las parceladas por el Instituto Nacional de Desarrollo Rural y de la Tierra (Indert), para ser entregadas a las familias originarias de Ñacunday.

CIUDAD DEL ESTE

Una jornada tensa se vivió ayer en la colonia Santa Lucía, distrito de Itakyry, al norte del Alto Paraná, cuando un grupo de colonos intentó, mediante una orden judicial realizar la cosecha de soja, pero los ex carperos no permitieron.

Un grupo de agentes del Grupo Especial de Operaciones (GEO) y de las comisarías jurisdiccionales fueron para resguardar el trabajo de campo, pero ante la presión de unas 300 personas, originarias de Ñacunday, Osmar González, asesor jurídico de la Jefatura de Policía, y el comisario Alcides Sanabria, recomendaron suspender la actividad agrícola.

El abogado Rolando Cáceres, representante de los colonos, acusó a los ex carperos de actuar con violencia y cerrar los accesos a la colonia. El comisario Rafael Figueredo, uno de los encargados de la tarea en el sector se topó con uno de los bloqueos en el tramo.

TENSIÓN. Ya en horas de la tarde, la cuestión fue mucho más tensa cuando Figueredo y su grupo iban a recorrer la zona de cultivos; los moradores de Santa Lucía vieron que el colono Orlando Stipp acompañó a los uniformados y se desató la furia.

La comitiva fue seguida por el grupo de ex carperos que tenían lanzas con puntas, cascotes y otros elementos contundentes, hasta que tuvieron que refugiarse en la sede policial de Santa Lucía. En un momento dado el colono recibió golpes de puño en el rostro y en la cabeza.

Según el relato del suboficial Celestino Jara, titular de la dependencia policial, los casi 300 hombres acusaron a los policías de someterse al capricho de los brasileños y pedían que Stipp salga del lugar o de lo contrario quemarían la unidad policial. La camioneta Toyota Hilux, año 2013, propiedad de Stipp, quedó frente al puesto policial y fue atacada por los ex carperos, hasta que los agentes del GEO los dispersaron.

La sede policial también fue atacada por el grupo de moradores de Santa Lucía, quienes insisten que los uniformados se someten a los intereses de los colonos. A bordo de una patrullera, Stipp fue llevado hasta su domicilio, según confirmaron los uniformados.

Para hoy se prevé la presencia de técnicos del Indert para los trabajos de delimitación de los terrenos dentro de las 2.500 hectáreas que corresponden a la colonia y la ocasión debe ser propiciada para buscar una salida al impasse entre colonos y los ex carperos de Ñacunday.UH