Posada corre peligro de cerrar por la falta de un buen camino

Ciudad del Este. Agencia Regional.

Las posadas turísticas forman parte de un proyecto que desa­rrolla la Senatur para gene­rar pequeños negocios en las comunidades en torno al turismo y para dar facilida­des a las de menores ingresos a disfrutar de todos los luga­res del país. En ese plan, en Alto Paraná ya habilitaron 7 posadas. Una de ellas es Yvy Marane’ŷ, ubicada en el km 20, a 4 kilómetros de la ruta. Es la única en ese municipio.

Se trata de una casa con tres habitaciones que hasta la Semana Santa venía teniendo siempre ocupadas los fines de semana por el éxito de la pro­puesta. Sin embargo, la ocu­pación está relacionada a que haya lluvia o no, porque el acceso vial a la posada es intransitable ante la primera llovizna, explicó la propieta­ria, Mariana Cantero.

«Este proyecto nos vino muy bien, pero lastimosamente el mal estado de la calle no nos ayuda. Ya tuvimos casos en que la gente se retiró antes de completar su reserva por­que se desató alguna lluvia, y para no quedar incomunica­dos. Una llovizna, incluso, es más peligrosa por el estado del trayecto», explicó. «El camino feo es un calvario», remarcó Mariana Cantero, al tiempo de señalar que «no trabajamos armónicamente».

Aclaró que ya recurrió a la Municipalidad de Minga Guazú, pero hasta ahora no hay planes para un empe­drado del trayecto que lleva hasta la posada. La afectada menciona que quizás el prin­cipal problema sea la exis­tencia de pocos propietarios en ese tramo, pero remarcó en la necesidad de ese tipo de inversión para que emprendi­mientos de desarrollo como las posadas puedan consoli­darse.

El lugar tiene mucho verde y emula una casa de campo donde todo es artesa­nal, con un patio con hamacas, plantas, cántaros y todo un complejo natural para el des­canso y relax. Sus impulsores la promocionan como el lugar perfecto para el descanso al aire libre incluso para el estu­dio, lejos del ruido. También es ideal para disfrutar de un café, té o cocido en días de llo­vizna, toda vez que no llueva y se dificulte el acceso.
LA NACION