PJC.Empresarios preocupados por «free shops» en Brasil

PEDRO JUAN CABALLERO. Comerciantes de esta frontera manifestaron su preocupación ante la habilitación del primer free shop en Foz de Iguazú. En los próximos meses se estarían habilitando más locales libres de impuestos en varias ciudades brasileñas.

Según los comerciantes, la habilitación de estas tiendas en Brasil, próximas a la frontera con Paraguay podría ser el «comienzo del fin» del comercio de importados en nuestro país, lo que dejaría sin trabajo a miles de personas en la frontera.

El empresario Felipe Cogorno Álvarez, cuya familia posee en varias ciudades fronterizas comercios de importados y que emplea a más de 5.000 personas, señaló su preocupación sobre el futuro del comercio fronterizo.

“Paraguay siempre fue un país intermediario en la venta de productos importados. Como otras ciudades, como Miami y Panamá, su gran atractivo siempre fueron los bajos impuestos”, señaló el empresario Cogorno Álvarez.

Agregó: “Sin embargo, esa situación ha cambiado últimamente, ya que hoy tenemos mayor carga tributaria en comparación con los free shops que ya están funcionando en Uruguay y Argentina y ahora también en el Brasil».

Varios otros comerciantes de esta frontera indicaron que los incentivos fiscales que rigen en los free shops de las ciudades brasileñas, de apenas 6% a los productos importados y 3% a los productos nacionales, están muy por debajo de los valores que los comerciantes paraguayos deben pagar actualmente. Esto haría imposible competir con los comercios brasileños.

Ante estos incentivos fiscales para los comerciantes brasileños, los compradores del Brasil no tendrán necesidad de cruzar la frontera de su país para adquirir los mismos en Paraguay.

PIDEN AYUDA DEL GOBIERNO
La única alternativa para competir con los free shops del Brasil y salvaguardar los miles de puestos de trabajo es que las autoridades nacionales implementen en las ciudades fronterizas con el Brasil una ley similar a la que rige en los free shops, según los comerciantes.

Desde hace varias semanas, la cantidad de compradores brasileños mermó sustancialmente, las calles céntricas de esta ciudad se ven vacías y en las principales casas comerciales de productos importados se registra muy poca afluencia de compradores.