Notas
Llamadas extorsivas, flagelo que nadie sabe aplacar
No han cesado las llamadas extorsivas. A pesar de las recomendaciones dadas por la Policía Nacional, las personas siguen cayendo en este juego macabro. Hasta ahora no se ha encontrado la manera de erradicar este flagelo que va en aumento.
La Policía Nacional en reiteradas ocasiones ha advertido a la ciudadanía sobre la cantidad de llamadas extorsivas que se están realizando. Llamadas telefónicas de personas que se identifican como integrantes del EPP (Ejército del Pueblo Paraguayo), o de alguna penitenciaria, solicitando sumas de dinero a través de la realización de giros, para así evitar ser víctimas de secuestros. Pero hasta ahora este método sigue siendo efectivo y no se ha podido combatirlo.
MODUS OPERANDI
El motivo de la llamada es evitar el secuestro de sus seres queridos, (hijos, esposo/a, madre o padre), dando como referencia el nombre de la supuesta víctima, domicilio particular y lugares donde asiste con frecuencia. Otro de los modos es hacerse pasar como empleados de la firma Mocipar y pedir un depósito en efectivo para retirar un premio adjudicado en un sorteo que nunca existió.
Tales informaciones son falsas. Se pide a la ciudadanía que al encontrarse ante esta situación, llame al 911 o a la Comisaría más cercana denunciando el hecho y provea el número de cual recibió la llamada. Según estimaciones de la Policía, la mayoría de estas llamadas extorsivas se efectúan desde las cárceles del país, especialmente Tacumbú, Ciudad del Este y San Pedro de Ycuamandyyú.
Además la Policía maneja datos que las llamadas extorsivas generan una cantidad importante de ganancias a los internos de las diferentes penitenciarias del país, volviendo un rubro delincuencial bastante rentable a los mismos, en donde se necesita de muy poca inversión tales como un celular y varios chips obtenidos en el mercado negro y mucha habilidad para amenazar o engañar a sus victimas y así obtener su objetivo de seguir lucrando.
CASOS CONOCIDOS Y DENUNCIADOS
Uno de los tantos casos involucró a un empleado de un conocido shopping capitalino, quien recibió una llamada en su celular de una persona desconocida que se presentó como “comisario”. El “avivado”, luego de llamarlo por su nombre, le dijo a la víctima que su hijo había provocado un grave accidente de tránsito y que, para no comunicar el caso a la Fiscalía, debía hacerle un depósito de G. 1.500.000 en la billetera del número de Tigo 0986-619-677. A raíz del susto provocado por las coincidencias en los datos que le suministró el hombre y temiendo por la integridad de su hijo, la víctima accedió al chantaje y giró dicho monto.
Por otro lado, el señor Humberto Parisi, esposo de la ministra Anticorrupción Soledad Quiñónez, también recibió una llamada extorsiva de una persona que incluso utilizó a un menor de edad para hacerle creer que estaba hablando con su pequeño hijo. El maleante le pidió G. 1.500.000 supuestamente para no matar a la criatura.
CONDENAS
Uno de los únicos casos que llegó a juicio oral y público, por un trabajo realizado por agentes del departamento Antisecuestro y el fiscal Rogelio Ortúzar. Los reclusos brasileños Charles Albert Martínez Cámera y Leuterio Altamiro fueron condenados a 15 y 10 años de prisión, respectivamente, tras probarse en juicio oral que extorsionaban a empresarios desde la prisión de Tacumbú.
El tribunal de sentencia integrado con los jueces María Nunila González, Elsa García y Gustavo Santander explicaron que los chips y teléfonos celulares incautados tras un allanamiento al penal, correspondían a los utilizados para cometer las más de 30 llamadas extorsivas.
Martínez Cámera y Leuterio Altamiro cumplen elevadas condenas por homicidio, robo agravado, entre otros delitos. Altamiro incluso consiguió escapar de Tacumbú para asesinar a su abogado (está condenado por el hecho) porque supuestamente le había sacado su dinero y porque supuestamente también la víctima mantuvo una relación sentimental con la pareja del victimario.
Fueron víctimas de las llamadas extorsivas, a quienes amenazaron con secuestrar si no pagaban sumas de dinero: Richard Kent, Diego Wasmosy, Alfonso Balsevich, Omar Castorino, entre otros, en julio de 2008.
Existen muchas denuncias de personas que reciben diferentes tipos de llamadas y por reserva muchas veces no son publicadas, por lo tanto se insta a la ciudadanía ante cualquier eventual caso de este tipo, realizar la denuncia pertinente y no caer en el juego de los delincuentes que su único objetivo es el de lucrar bajo amenazas o engaños.ABC
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