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Financiando agronegocios a gran escala: La excelente opción de las garantías a medida

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Sin garantías no hay financiación. Y sin financiación no se concretan grandes ne­gocios. Constituir una garantía es estable­cer la base de la rentabilidad futura dando confianza a las partes involucradas. Es por eso que, en el mundo de los agronegocios, no es sorprendente operar con hipotecas, prendas, fianzas, certificados de depósito, warrants o fideicomiso. Sin embargo, exis­te otra alternativa muy interesante: com­binar estos diferentes recu
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Manfred Heyn

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Sin garantías no hay financiación. Y sin financiación no se concretan grandes ne­gocios. Constituir una garantía es estable­cer la base de la rentabilidad futura dando confianza a las partes involucradas. Es por eso que, en el mundo de los agronegocios, no es sorprendente operar con hipotecas, prendas, fianzas, certificados de depósito, warrants o fideicomiso. Sin embargo, exis­te otra alternativa muy interesante: com­binar estos diferentes recursos para cons­tituir una garantía a medida.

En este artículo tomamos tan solo una de las diversas opciones posibles, combinando el fideicomiso con el endoso de certificados de depósito y warrants. En Paraguay toda­vía no es habitual, aunque sus cualidades indican la conveniencia de examinar sus componentes e implementación.

LOS COMPONENTES

Este recurso implica dos figuras:

• Por un lado, el fideicomiso de garantía, que supone la creación de lo que se deno­mina patrimonio autónomo. Se trata de un conjunto de bienes destinado únicamente a asegurar el cumplimiento del deudor. El carácter autónomo se manifiesta en el he­cho de que los bienes no son de propiedad del deudor ni del acreedor. Este patrimonio es administrado por una fiduciaria, una entidad especialmente autorizada a prestar el servicio.

•Y, por otra parte, están los certificados de depósito y los warrants. Así como en una escritura pública tenemos el título que acredita que somos dueños de una casa, los certificados de depósito también son títu­los de propiedad. Representan la propiedad de mercaderías, entre ellos los productos obtenidos en los agronegocios, que fueron depositados en almacenes generales de de­pósito, instituciones dedicadas exclusiva­mente a la guarda, conservación y control de mercaderías de terceros. Estos certifica­dos de depósito son transferibles mediante endoso, lo que implica el cambio de dueño de las mercaderías depositadas.

La implementación, paso a paso

La estructuración de garantías que aquí proponemos no es compleja. En un pri­mer momento, debe constituirse el patri­monio autónomo que servirá de garantía mediante el endoso de los certificados de depósito sobre las mercaderías a favor del fideicomiso. Luego, de ser necesario, me­diante endosos posteriores se realizará la sustitución de títulos por otros nuevos, de modo a mantener vigente la garantía du­rante la vigencia de la operación garantiza­da. En términos generales, los warrants no forman parte de la garantía propuesta; sin embargo, como títulos emitidos conjunta­mente y en relación a las mismas mercade­rías, deberán acompañar a los certificados de depósito y ser igualmente endosados.

Esta estructura resulta conveniente para el deudor, ya que no transfiere la propiedad de sus mercaderías al acreedor, y éste últi­mo únicamente se beneficiaría con ellas en caso de default. En cuanto al acreedor, al no recibir la propiedad de las mercaderías, no asume las responsabilidades o gastos que conlleva el depósito.

Al mismo tiempo, el fideicomiso de garan­tía otorga dos ventajas principales: los bie­nes que forman el patrimonio autónomo no pueden ser perseguidos por los acreedores de las partes involucradas con la intención de embargarlos o ejecutarlos. Y, además, la ejecución de la garantía la realiza la fi­duciaria, lo que resulta mucho más rápido y sencillo que recurrir a la justicia para el cobro, como ocurre con otras garantías. Adicionalmente a estas dos ventajas, como consecuencia de sus normas regulatorias, las mercaderías en depósito se encuentran aseguradas contra siniestros, lo que libe­ra a las partes de la necesidad de gestionar este seguro por separado.

Otro de los atractivos que ofrece esta es­tructura es la seguridad que brinda la par­ticipación de fiduciarias y almacenes gene­rales. En primer lugar, porque ambas son entidades especializadas en prestar estos servicios, con un alto nivel de profesiona­lismo y expertise. Y, en segundo lugar, por­que tanto las fiduciarias como los almace­nes generales de depósito son supervisadas por el Banco Central del Paraguay, a través de la Superintendencia de Bancos.

Ni siempre ni para todos

A pesar de las ventajas que ofrece la es­tructura propuesta, se debe considerar que esta garantía puede resultar costosa y no aconsejable para cualquier operación de financiamiento de agronegocios. Deben evaluarse las inversiones que requieren los servicios de la entidad fiduciaria y del al­macén general de depósito.

Una pregunta frecuente que recibimos los abogados: ¿Cuál de las garantías existentes es la mejor?

Una respuesta categórica a esta pregun­ta sería tan genial como imprudente. No existen garantías mágicas que por natura­leza sean convenientes en todos los casos. Como cada negocio tiene sus características y cada inversor cuenta con recursos singu­lares en su empresa, el camino óptimo es analizar y elegir mecánicas de financia­miento que atiendan esas particularidades. Eso sí, para confeccionar garantías a medi­da la creatividad es siempre un ingrediente imprescindible.5DIAS

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