Exportaciones de la soja en estado natural superan US$ 2.200 millones

Durante los primeros 7 meses del año, las ex­portaciones de soja en estado natural (part. aranc. 1201) juntamente con la harina o pellets de soja (part. aranc. 2304) y el aceite crudo de soja (part. aranc. 1507) fue de US$ 3.225 millones. La mayor proporción es la de las habas de soja o mejor dicho, soja en estado natural, cuyo va­lor total es más de US$ 2.200 millones en lo que va del año, por un volu­men que se acerca a las 5 millones de toneladas.

Las exportaciones de estos tres rubros, cuyo único origen es la soja, representa 67% de todas las exportaciones hasta finales de julio, una ci­fra que muestra la enor­me dependencia de la economía local de este rubro y un incremento por sobre otros secto­res que componen las exportaciones compa­rativamente con el 2013, donde su participación fue del 63%.

La soja todavía sigue siendo en gran parte sin valor agregado, más del 60%, pero también el proceso de industriali­zación de la oleaginosa ha crecido en un volu­men bastante importan­te, pero sigue siendo una gran deuda pendiente su participación en el Fis­co y como empleador de mano de obra.

Los grandes emblemas transnacionales son los que se encargan del aco­pio y también los que se quedan con la mayor parte de los enormes rendimientos que ge­nera la oleaginosa, que es también el principal rubro de exportación del Mercosur.

DESTINOS

Los principales destinos de las exportaciones de la oleaginosa es el Mer­cosur, donde la mayor parte tiene como destino –según Aduanas– la Ar­gentina, donde de vuelta son reembarcados a Chi­na y otros países, como Egipto, donde en prome­dio a China se exportan desde el Mercosur un poco más del 77%.

DERIVADOS

Entre los derivados, el incremento de la pro­ducción y exportación de harina o pellets de soja tuvo un incremento cercano al 46% y un no­table incremento de la producción de soja en la última campaña que ele­vó las exportaciones de habas en estado natural en un 13%.

JUSTICIA TRIBUTARIA

Los que más se benefi­cian de esta sociedad de­berían contribuir al Fisco una parte más impor­tante de sus ingresos a la de alguien que trabaja muy duro para pagar las cuentas y esto se logra a través de los impuestos. El sector más beneficia­do de este país es el de­dicado a la exportación de la oleaginosa reina del sector primario local, la soja.

La evidencia más tan­gible de las enormes ganancias que genera el sector de la soja se encuentra en el vecino país, en Argentina. Los impuestos a la exporta­ción están en nada más y nada menos que al 30%, una cifra descabellada que exprime todas las ganancias de cualquier negocio, aún así los cul­tivos se han extendido incluso dentro de las perspectivas que se han mantenido.

Tomando como cifra de exportación de la soja para el 2014 la estima­ción de los US$ 5.000 millones, se deduce que las ganancias superan los US$ 1.500 millones y he aquí la cuestión: sólo las agroexportadoras deberían contribuir más de US$ 150 millones, sin contar el resto de toda la cadena productiva,

lo paradójico del asunto es que el segundo banco financiero más impor­tante del país contribuye más que todas las em­presas que aparecen en la lista de los 500 mayo­res contribuyentes, sin embargo sus ganancias no se compara con las agroexportadoras.

Actualmente las agroexportadoras no contribuyen ni el 1,5% del total de los tributos al Fisco, es importante mejorar la recaudación para poder extender las inversiones a la salud y la educación.